Un mundo para Teo

martes, agosto 28, 2007

Me dejaron desperdiciar mi tiempo

Sinceramente no haga nada. No escribo, no leo, no canto, no toco, no saco fotos, no converso. No creo y no creo. No creo de crear y tampoco de creer. No me tomo en serio ni tampoco tomo en serio lo que me dicen que debería considerar para que de una buena vez comience a creer. Porque para que andamos con cosas si yo no creo que vaya a crear, ni tampoco a tomar un poco de este mundo para mostrar que puedo tomarlo y dejarlo donde yo quiera. No puedo dejar. Dejar de sentir que debería tomar, A la vez, tomo, eso si, tomo, como muchos. Me gustaría tomar todo el día. Me gustaría caer. Tomar la vida y dejarla donde me gustaría que estuviera, quitarle un poco de felicidad que me molesta. Pasársela a alguien que le importe. Alguien que cree. Que cree algo, y por qué no para alguien que crea de verdad y que sienta lo que está creyendo, y asi no piensa en lo que le van a decir, total, eso es de él o de ella. Porque sinceramente yo las he visto creando, y destruyéndo, como esa mujer, amigo.

sábado, agosto 11, 2007

Nunca supe las reglas

A veces uno comete errores, grandes, pequeños, medianos. Errores que dañan. Otros simplemente hacen perder dinero. Ayer cometí el más grave. Tomé mi corazón y lo arrojé por la ventanilla del auto. Iba por la carretera huyendo. Estaba harto. Quise tirar también la botella, pero pensé que un corazón roto podía causar menos daño que una botella sobre el parbrisas del auto que venía detrás. Nuevamente lloré, subí el volumen de la radio para no oir mis sollozos, para no oir lo que decía con mi boca. Muchas veces pensé en no girar en la curva.

Lo que tú quieras. Bien fuerte, al máximo del volumen que mis oídos puedan resistir como la canción que escucho ahora. No oír de una vez por todas lo que recuerdo. Que quieres que me quede, que te abrace.

Llegué ebrio a la casa. No lo hice y nunca lo haré, de eso estoy seguro, creo que es lo único seguro. No me gustó lo que vi. Por fin me pude acostar, tenderme sobre la cama, mirar el techo. Recordar. Sólo recuerdos. Me doy vueltas. Me siento en ellos. Los abrazo. Ni si quiera me importa conseguir nuevos. Y no sólo estas tú. Mal consuelo.

domingo, agosto 05, 2007

A este no la había puesto nombre

Saqué un trozo de chocolate. Últimamente lo que más como es chocolate. Me gusta harto. Me gusta más que contar una historia. Me gusta menos que leer una historia. Está bien rico les diré. Mientras como chocolate y escribo me he enterado de algo y me tiene preocupado. Permiso, voy a buscar más chocolate, era muy pequeño el trozo. Ya. Eso. Le puse atención, sabía lo que venía. No me equivoqué, empezó como lo imaginé. Pero después si me equivoqué. La misma historia de siempre tomó otra dirección, incluso llegué a dejar de saborear el chocolate porque esto era serio, dejé de escribir, y la miré directo a los ojos. Era verdad, no me lo esperaba. Me quedé en silencio. Ya no era la misma, nadie es la misma o el mismo después de eso. Me quedé preocupado. De vuelta a mi casa después de acompañarla hasta la micro, pensé que eso era grave. No le di consejos, sólo mi opinión, y en realidad no tenía nada que decir. Cuándo me cuentan algo que a mi no me ha pasado o por lo menos que no me habían contado antes no se que decir. Me acosté. Hay cosas que me afectan.